OAN Staff Abril Elfi
Martes, 10 de junio de 2025
Al menos once personas fallecieron y otras 12 resultaron heridas durante un tiroteo en una escuela secundaria en la ciudad de Graz, Austria, este martes. Según las autoridades austriacas, el ataque fue perpetrado por un exalumno de 21 años.
El agresor utilizó dos armas para abrir fuego contra los estudiantes, antes de quitarse la vida en el baño de la escuela. La policía confirmó que las armas habían sido adquiridas legalmente.
Por el momento se desconocen los motivos del ataque, que están siendo investigados por las autoridades.
“Hoy es un día oscuro en la historia de nuestro país”, declaró el canciller austriaco, Christian Stocker, a la prensa en Graz.
La alcaldesa de la ciudad, Elke Kahr, describió los sucesos como una “terrible tragedia” y anunció tres días de luto nacional. La bandera austriaca ondeará a media asta en los edificios oficiales y el miércoles por la mañana se guardará un minuto de silencio nacional en memoria de las víctimas.
“Queremos expresar nuestras más sinceras condolencias a las familias de las víctimas y a toda la ciudad de Graz, Austria”, dijo la portavoz de la Unión Europea, Paula Pinho. “Nos unimos al duelo mientras buscamos esclarecer los hechos tras este terrible suceso ocurrido”.
La Cruz Roja ha abierto un centro de donación de sangre en un hotel de la ciudad, mientras que el club de fútbol Sturm Graz habilitó otro punto de donación en su centro de entrenamiento.
“Solo podemos intentar aportar una pequeña contribución”, dijo Thomas Tebbich, director general del club. “Por eso, SK Sturm les invita a donar sangre en el centro de entrenamiento de Messendorf. Vengan a donar sangre: salva vidas”.
El control de armas es notablemente más estricto en Austria que en Estados Unidos, según la Directiva Europea de Armas de Fuego y el Pew Research Center. Esto ha llevado a algunos conservadores estadounidenses a argumentar que este trágico incidente demuestra que las leyes de control de armas más estrictas no previenen las muertes, sino que socavan los derechos ciudadanos protegidos por la Segunda Enmienda.
Esta nota fue traducida por Patricia Mitchell de una versión en inglés.